Chilenia es un poemario que le canta a la geografía física y humana de ese país-del-fin-del-mundo llamado Chile. Por el momento es un trabajo aún en progreso, mas estaré constantemente publicando los poemas a medida que los escriba.
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-AlejandrO
Chilenia
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A Walt Whitman que lo empezó todo
... y a Neruda que lo terminó.
Eternamente?
Al crepúsculo y frente al mar me pregunto
¿Habrá sido siempre así este Océano Pacífico?
¿Tan inmensamente amplio y profundo?
¿Tan pródigo, índigo y obscuro?
Recostado en el desierto pienso
¿Cuándo cesó tu agua y murió el tamarugo?
¿O fuiste siempre así Desierto de Atacama?
¿Tan áspero, salado y mudo?
Y este cielo cerúleo y puro
¿Habrá sido siempre así?
¿Lo sabrán las aves que lo atraviesan, quizás?
¿O el misterio cósmico es también tuyo?
Y tus colores, desierto dime
¿Fueron siempre así?
¿Tu mineral azul y verde?
¿Tu tierra ocre y tu ocaso purpúreo?
Me interno en tu bosque
Sur de Chile y calculo
¿Cuántos son tus árboles y
qué tan viejo aquel mañío?
Y en el pico nevado admiro
Desde el techo tu torrente andino y pienso
¿Fuiste siempre así de alta cordillera?
¿Así de casta, así de alba?
Y este hilo de plata que en ti nace
¿Tuvo siempre aquel brío?
¿Acarreó consigo la vida así, siempre?
¿Cruzó el valle y volvió al piélago, eternamente?
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Al principio
Al principio era el metal y el fuego
La losa tectónica subyugada
La leche ígnea brotando en suspiros
El barro primordial, la sangre magmática
Al principio era el silencio y el olvido
El yermo inhabitado, un canto mudo
Era el molde inacabado
Un vasto espacio desolado
Era el planeta unidad austera
Mineral atómico y sereno
Cráter árido y fulguroso
Escoria ardiente, honda llaga
Era el silicio y el azufre
El nitrógeno y el rayo subterráneo
Era la calma suspendida
La impenetrable soledad y el vacío
Era el sulfuro y el metano
Caldera vital
El beso de Hades
Los llantos telúricos
Luego al tiempo asomó el piñón
Obró el portento, surgió la semilla
Regaron los ríos campos floridos
Y de la selva naciente brotó el néctar y el respiro
Manó la savia donde antes lava surgía
Cesó la fiebre volcánica y estalló el aullido
Se entrelazaron los árboles y danzaron las fieras
Al viento le siguió el trino y al trueno el rugido
Ahí, antes, al principio
El tiempo inacabado sin pasado ni camino
Era la verdad inhabitada y sin nombre
Era la belleza verbo y no adjetivo
Mas pronto llegó el nombre
Del norte asomó el hombre
El primer hombre
El último hombre
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El rayo subterráneo
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Chilenia, dulzura tectónica
Hija del relámpago y del trueno
Porque son los temblores eres
Chilenia, edén inacabado
Resquebraja el firmamento cuando el rayo subterráneo
Y arde la montaña bajo el rojo cielo
Se agita, se eleva el marítimo altozano
Y ofrece a las alturas sus vergeles oceánicos
La tierra partida la pluma guarda
desde el 1500 hasta hoy en día
Mas la memoria pétrea es más longeva
Invoca llagas y condenas
¿Cómo siquiera poner nombre
a desolación tan ancha y seca?
Si hasta el Arauco indómito ha sucumbido
a aquel látigo recóndito y furtivo
Se desploma el campanario otrora erguido
Se desvanece el hormiguero mil veces construido
Se vacía el añil abismo en tierra ya abrasada
Y asoma la piedra ardiente desde la honda llaga
Cuando la centella iracunda estalla en el subsuelo
Caen cumbres como castillos de arena
Exhibe al cielo su oquedad y sus entrañas
La tierra hendida convertida en légamo
Mas allí donde nadie espera
Surge del cieno una voz que ruega:
¡Alza tus catedrales oh Santiago antiguo!
¡Rehace tus puentes Concepción querido!
¡Expulsa el lodo ajeno oh Valdivia!
¡Oh Valparaíso puerto viejo lacerado!
¡Sutura tus entrañas Chillán Viejo!
Y tú Norte Grande caído
¡Desempolva tus calles y extiende tu abrigo!
Sacude tus ropas y reivindica el sino
Chilenia, madre, cuna
Entierra a tus críos y
Levántate